Dónde colocar los libros suele resultar un problema cuando el número de ejemplares de nuestra colección supera una cierta cantidad. Tener los libros dispuestos en distintas estancias de la casa suele ser la solución más común, pero si queremos colocarlos bien y tenerlos todos juntos, lo mejor es organizar nuestra propia biblioteca.
Para los amantes de la lectura, la biblioteca es un lugar esencial, ya que guarda unos objetos muy preciados. Si el espacio lo permite, la mejor opción es destinar una habitación únicamente para este fin. Si disponemos de una estancia donde colocar ordenadamente los libros y revistas, la convertiremos en un lugar ideal para el estudio o en un rincón de lectura. Si, además, colocamos un equipo de música y dedicamos un espacio para guardar todos los discos, la estancia se puede convertir en una acogedora sala de lectura y de música a la vez.
Pero, por lo general, no es posible que a una biblioteca se le pueda destinar una habitación entera. Es por ello que lo habitual sea ubicarla en un rincón de otra estancia. En el despacho o en la sala de estar se pueden colocar librerías, mucho mejor si se trata de un lugar iluminado, cerca de los sillones o sofás, creando un ambiente acogedor.
Elementos indispensables.- Los muebles necesarios en una biblioteca son muy pocos. Lo más importante es que la librería se adapte a las necesidades del usuario, es decir, debe ajustarse a las dimensiones de la estancia y a la organización de libros más conveniente en cada caso. Además, hoy en día ha cambiado el concepto de lo que era este mueble. La idea actual es que, además de libros, contenga otros elementos como el equipo de música, televisor, fax, adornos o cualquier otro artículo que ronda por la casa ansioso por encontrar un lugar donde ubicarse.
Los sofás y las lámparas son fundamentales para la lectura y la consulta de libros. Es necesario, por tanto, que el sofá sea cómodo y, a ser posible, reclinable, para que se adapte mejor a la postura deseada. La iluminación de la biblioteca debe constar de dos partes, una de tipo general (focos en el techo que alumbren directamente a las estanterías), y una lámpara de lectura, preferiblemente de pie y con foco dirigible.
Además, una mesa para despachar la correspondencia o un escritorio también complementarán la decoración de la biblioteca. Para aquellas que tengan librerías a una altura elevada son necesarias las escaleras de biblioteca. La gran mayoría son de madera, pero sus diseños son muy variados, las hay plegables, de tijera, de mano, con cajones e, incluso, convertibles en silla o en mesita auxiliar.
lunes, 26 de febrero de 2007
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