lunes, 26 de febrero de 2007

Decorando con lujo

El verdadero lujo tan solo está al alcance de unos pocos, sin embargo conseguir un ambiente sofisticado y en cierto modo lujoso sin caer en un "quiero y no puedo" es relativamente sencillo. Os mostramos aquí una majestuosa vivienda que por su aspecto global podría parecerse mas a un palacio que a una sencilla vivienda unifamiliar, y os explicamos cómo se ha conseguido el "soberbio" efecto final.
Dominado por un amplio ventanal rematado en forma de arco y dividido en pequeños cuarterones que lo asemejan a una vidriera, este salón es el máximo representante de majestuosidad de toda la casa. La sensación de amplitud se logró gracias a la luminosidad y sobre todo a la gran altura de techos que posee la estancia. Esta gran altura permitió colocar a los lados del ventanal, dos grandes cortinones de tela forrada; este tipo de cortinas es típica de ambientes palaciegos, cuanto mayor es el volumen, mayores son los pliegues y la sensación es sin duda de mayor grandiosidad. Si a este se le suma el remate de pasamanería que recorre todo el perímetro de la cortina el efecto grandioso es aun mas impactante. Otra clave para lograr ambientes de este tipo es el uso del capitoné, que vemos aquí en uno de los dos sofás de dos plazas. La disposición de los sofás enfrentados el uno con el otro es también propia de este tipo de ambientes.
Desde otra perspectiva de este gran salón, vemos como los accesos a otras estancias se hacen a través de unos grandes arcos de medio punto. Destaca también en esta fotografía el uso de mármol para los revestimientos de paramentos horizontales, material muy usado en este tipo de ambientes; en este caso se han dispuesto las baldosas en forma de "damero" combinado losetas de mármol blanco con mármol negro. El uso de grandes alfombras es también distintivo de lujo y grandiosidad, sobre todo cuando son grandes superficies. Otro elemento típico, se divisa al fondo de la sala y es un gran tapiz colgado en una de las paredes, y recubriendo esta casi por completo.
Los tonos empleados para la decoración de esta casa oscilan desde el ocre, al teja pasando por varias tonalidades. El resultado general de colorido está más próximo al dorado que a cualquier otro color, lo que favorece mucho la intención de "grandeza" de la casa. Destaca aquí
la estructura capitoné, muy propia de ambientes clásicos, y aquí muy "had hoc" con todo el conjunto.
El gran ventanal del dormitorio que va desde el techo hasta el suelo, aporta a la estancia gran luminosidad. Ésta, aumenta gracias a las tonalidades de las telas que visten la habitación: amarillos, verdes muy claros, naranjas y algunas pinceladas de rojos (en la butaca) hacen que el conjunto sea muy acogedor y alegre. Como ves, se han combinado además el estampado de las mismas: rayas y cuadros para la butaca y los almohadones y flores en el pequeño banco a los pies de la cama. La madera sin tratar de los muebles y la chimenea, completan este cuarto armonioso y elegante.
En líneas generales esta casa posee unas cualidades que por sí solas emanan grandeza; sin embargo el sumo cuidado con el que se han decorado todos los rincones ha conseguido que el efecto global sea el deseado: lujo, y grandiosidad sin caer en lo ostentoso ni grotesco. Las formas son suntuosas pero discretas, las dimensiones son grandes pero bien aprovechadas, el colorido es intenso pero no estridente.
Lo sofisticado y lo sencillo se juntan aquí para darnos un resultado EXCEPCIONAL.

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